miércoles, 22 de agosto de 2018

La simbiosis perfecta


Según la Real Academia de la Lengua Española, simbiosis es la “asociación de individuos animales o vegetales de diferentes especies, sobre todo si los simbiontes sacan provecho de la vida en común”. En el ámbito social, la simbiosis es la “relación de ayuda o apoyo mutuo que se establece entre dos personas o entidades, especialmente cuando trabajan o realizan algo en común”.

Y sobre este concepto podemos descifrar lo que acontece en LaLiga Santander (Primera División de España) en el inicio de la temporada 2018-2019.

Es de conocimiento general la partida del gran ídolo merengue Cristiano Ronaldo a la Vecchia Signora del Calcio, la Juventus de Turín, en la Serie A italiana. Esto ha ocasionado un grave ruptura en la estructura futbolística de la liga española. 


Los que se erigen como los mejores equipos del orbe, Real Madrid C.F. y F.C. Barcelona, han perdido a una pieza clave en su eterna disputa deportiva. No ha pasado mucho desde aquel año 2012 en que se enfrentaron en todas las competiciones (Liga, Copa del Rey y Champions League), donde sacaban chispas en cada entrada, pero siempre respaldados por sus líderes emocionales: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, respectivamente. Sin entrar en discusión alguna, los dos mejores jugadores de la actualidad. De esas raquíticas camadas que surgen cada 10 o 15 años en el balompié internacional. Uno, dos, quizás tres jugadores encargados de sostener bajo sus hombros la esperanza de aficionados, compañeros de profesión, entrenadores y directivos, que esperan (esperamos, para ser preciso) se puedan convertir en leyendas, y poder decir que pudimos ver en plenitud a estos guerreros enfrentándose en épicas batallas dentro del rectángulo verde. Pocos de esos hemos podido admirar (en mi caso), Maradona, Matthäus, Maldini, Ronaldo, Ronaldinho, Zidane, y ahora estos dos monstruos del fútbol: Cristiano y Messi.
 


Y no es poca cosa lo que han logrado, 5 Balones de Oro cada uno, goleadores históricos de la UEFA Champions League, goleadores históricos cada uno de su selección, goleadores históricos del Real Madrid y Barcelona, respectivamente... vamos, ganadores de absolutamente todo (Liga, Champions, Copa del Rey, Supercopa de Europa, Supercopa de España, Mundial de Clubes). Si acaso la única diferencia al grupo de jugadores que cité anteriormente fue el haber ganado la Copa del Mundo (menudo encargo, aunque han estado bastante cerca). LaLiga, ya sea BBVA o Santander (según el patrocinador en curso), tenía en su momento el mejor espectáculo de fútbol al menos dos veces al año en su calendario: el Clásico español y a su vez, el enfrentamiento entre los dos mejores jugadores del mundo. Eso lamentablemente ya no existe.

Y podemos darnos cuenta en la asistencia a los estadios durante esta primera jornada de LaLiga. El Santiago Bernabéu (aforo de 81,044 espectadores) en la capital madrileña registró la peor asistencia (48,466) en el partido contra el Getafe, desde el año 2009 (44,270) en que enfrentaron al Mallorca. Curiosamente, el partido ante el equipo mallorquín fue el último antes de la llegada de Cristiano Ronaldo al equipo blanco, y el partido contra el Geta el primero después de su partida. Por su parte, el Camp Nou (99,354 espectadores) registró una floja entrada (54,560) en el partido inaugural del vigente campeón de Liga contra el Alavés. Y seguramente ya no se venderán como “pan caliente” los derechos de transmisión de la liga a otras cadenas internacionales, ni se venderán el mismo número de playeras, ni de souvenirs, ni derechos de imagen, ni de nada.


Parece ser que LaLiga perdió su encanto, su esencia, con la partida de uno de los mejores jugadores del mundo, se terminó la simbiosis.

Aunque muchos lo nieguen, Cristiano y Messi siempre se necesitaron, la figura de uno hacía más fuerte al otro, los logros de cada uno motivaban al otro, fuimos testigos de una simbiosis perfecta.

Tal vez la presión sobre ambos fue demasiada. Cristiano decidió emigrar a una liga mucho menos competida y con menos exigencia personal, es decir, sabemos que la Juve ganará el Scudetto pero si no gana la Champions no pasa nada. Messi a su vez decidió retirarse de la selección argentina, después de un desastroso mundial, pero también sabe que la exigencia en la liga disminuirá, al menos para él. El único escaparate en el que se les podrá comparar será el de las justas europeas, la Champions League. Difícilmente los veremos en plenitud disputando otro Mundial.

Para todos los aficionados del fútbol, el sueño se terminó. Y esperaremos como cada ciclo que emerjan otros ídolos y ayuden a reconfigurar el orden futbolístico mundial.

Y bueno, amigos culés, ya pueden dejar de odiar a Cristiano por ser del Madrid, así como los merengues dejaremos de odiar (odio deportivo del bueno, no del que tienen las villanas de las telenovelas) a su mal llamado Messías cuando decida retirarse de ese club de vividores.

Así las cosas del fútbol.

Mauricio O. Portugal